domingo, 17 de noviembre de 2024

Acompañar a nuestros hijos con seguridad



Esa seguridad preciosa que necesitan para ser.

En procesos de acompañamiento respetuoso  los papás y mamás solemos perder el referente educativo que conocíamos y ese darse Algo así como aprender un nuevo idioma, una nueva cultura. 
Y, como tal, necesitamos tiempo, entrega, apoyo y cierta habilidad. Y ,en este momento, es posible que nos sintamos confusos como padres y madres: 
¿Cuándo informar y cuándo permitir que los niños se autorregulen solos? 
¿Cómo indicar un límite de convivencia?
 ¿Cuál es la línea entre el autoaprendizaje social y nuestra necesaria presencia para acompañar el proceso? 
Y otras muchas dudas que irás resolviendo en el viaje con tus experiencias concretas en la crianza y educación .
Y es parte de este proceso de cambio de paradigma y natural y necesario acompañarnos ahí, y ayudarnos con apoyos de grupos, guías y lo que necesitemos.
Aquí van algunas tablas de rescate por si os pueden servir. Tal vez os sirvan u os inspiren para buscar las vuestras propias. 
A mí ser consciente me ha ayudado y os lo comparto:

1.       Me estoy apropiando de mi responsabilidad como adulto . Ya no soy una niña.
Hay cuestiones en que los niños merecen ser informados, para que puedan buscar otras alternativas que les sirvan .
Y hay cuestiones que, dependiendo de la edad del niño, toca decidir a sus padres.
Asumir una autoridad sana es natural, biológicamente somos los guías y una preciosa oportunidad para acompañarnos a nosotros mismos, a nuestros niños internos y , sobre todo, a los hijos que tenemos.
A veces nos asusta ser autoridad y esto o nos da miedo y nos paraliza o nos enfada, que es bastante parecido a fin de cuentas. Suele haber algún tipo de conflicto de rebeldía o falta de asunción de la figura de autoridad interna, habitualmente por la relación que hemos tenido con papá o mamá, puede ser que en un primer momento ni catemos que es necesaria autoridad y tendamos a funcionar como perennes coleguitas.
Resulta que somos papá o mamá y no los amiguetes y aquí suele haber dificultad: o buscamos a otro que haga nuestra función (nuestra pareja) o soltamos amarras y dejamos de estar presentes en situaciones que piden nuestra intervención. No maternamos. No informamos.
Hacer un ejercicio de reflexión sobre cuáles son los límites necesarios: pocos y firmes, como paredes de la casa para sostener y aportar seguridad, constantes, previsibles.

2.       Me atrevo a contactar con lo que sí y con lo que no. Si vengo de un paradigma tradicionalista, diría que me atrevo a contactar con lo que sí y después tengo un tiempo necesario para valorar mi relación desde ahí.
Esto me ayuda a, con la experiencia, ir apropiándome de mi autoridad sana y, no evitar equivocarme. Somos libres para acertar y equivocarnos. Esta es la libertad. Y de ambos lugares proviene el crecimiento.

3.       Confío en lo que percibo del niño. Hemos estado unidas nueve meses física y emocionalmente, y otros tantos al menos o más en un contacto muy continuo con el cuerpo del bebé. Claro que lo sentimos y no nos miente con su ser y sentir: plasma exactamente lo que como familia vamos necesitando y es nuestro espejo. Si tienen suficiente libertad para decir nos dirán: me hablas fuerte,me duele eso que haces, o llorarán ante nuestras actitudes, gritarán, etc. y este síntoma será necesario atenderlo, observar qué profundo está en desequilibrio y qué ayuda nos presta el niño para poder reajustarlo.

Me doy el necesario tiempo personal, en pareja, en familia, para reflexionar sobre nuestras prioridades personales, familiares, y utilizo energía para ello en lugar de improvisar y seguir utilizando la misma manera si no está funcionando. Buscar un tiempo de calidad para determinar y dialogar con la pareja y con los niños y ajustarnos en cuanto a aquello que necesitamos como familia y llevarlo a nuestras vidas para que mejore su calidad. Cuidarnos, darnos la real importancia, atendernos, conocernos y reconocernos en la crianza.



Al final, y en resumen, habitan niños dentro de nuestros cuerpos de adultos, y esos niños se relacionan a veces con nuestros hijos, así directamente, por lo tanto pasa lo mismo que cuando los niños están solos: cosas maravillosas y falta de presencia adulta…necesaria para valorar, validar, apreciar, amar, ser claros y firmes, informar,  e indispensable para que los niños crezcan: los que hemos parido y los que viven en nuestro interior.


DATE LA OPORTUNIDAD Y EL REGALO DE CAMBIAR, DE INICIAR UN VIAJE DE TRANSFORMACIÓN PERSONAL PARA TI Y TU FAMILIA 
PINCHA AQUÍ Y DESCUBRIRÁS CÓMO PUEDO AYUDARTE Y AYUDAR A LOS TUYOS:
 https://espacioparalavida.blogspot.com.es/2018/05/formacion-en-educacion-respetuosa-y.htm

NUEVOS GRUPOS EN ABRIL DE 2025

Mon Gómez, 
Acompañamiento y desarrollo familiar
Formación en Educación Respetuosa y para la Libertad 
https://espacioparalavida.blogspot.com.es/2018/05/formacion-en-educacion-respetuosa-y.html
Consultas presenciales y on line







No hay comentarios:

Publicar un comentario