martes, 11 de septiembre de 2018

"A personas felices, madres complacientes" por Mon Gómez

"A personas felices, madres complacientes.
Así que cuida de tu contento, de tu alegría.
Conéctate a la generosidad de la vida.
Siente lo radiante, el juego, y date atención exclusiva.
Escucha tus necesidades y gratifícate, relájate, concéntrate y disfruta.
Concédete espacios de calidad y compañías de calidad.
Pues si no lo haces, es probable que trates de cubrirlas a expensas de tus hijos,
es probable que tu niña interior enfadada, triste o frustrada le robe su lugar a tu hijo real.
Cuanto más feliz seas, más conectados estarán tus hijos a la fuente de la vida.
Cuanto más cuides de tu paz interior y tu plenitud, de tu amor y aceptación,  más estarás cuidando de la salud de toda tu familia.
A personas felices, madres complacientes y vinculadas,
¡...y padres!"

Mon Gómez


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Mon Gómez
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" La madre raíz es una madre que conoce su vulnerabilidad" por Mon Gómez

"La madre raíz es una madre que conoce de su vulnerabilidad.

Una madre que se ha agitado como un junco al aire y se ha mantenido prendida a la tierra.

Y porque se han movido su tronco y sus ramas se va reempoderando de su fuerza desde un lugar más consciente.

La madre raíz no es incólume ni impertérrita,

contiene flexibilidad porque se ha mecido.

Y, en ocasiones, le parece que hasta su suelo tiembla y se pierde,

y todo ello le da la virtud de conocer su enraizamiento,

su seguir en el presente, al aire, al temblor, al viento,

confiando cada día en su asiento.

Ha podido comprobar, o va pudiendo, que permanece en pie,

incorporada en su cuerpo, en sus sensaciones más básicas y reales,

en alianza con su vulnerabilidad,

y esto la convierte en madre raíz.

A pesar de sus anticipaciones catastróficas,

a pesar del temor a no saber ser lo que ya es,

a pesar de la insondable melancolía de los ecos del pasado que le llegan con los hijos,

sigue aquí, ahora,

en este presente,

tangible su cuerpo,

real y constante su respiración,

como un regalo divino

en relación de amor con el hijo.

Y esos pesares son los que le han hecho constatar el peso de la tierra
y la necesidad y realidad de que está enraizada a ella,
desde que el hijo despertó a este mundo nuevo.

Y, verdaderamente, esto, le ofrece la compasión y la dulzura necesaria para alcanzar la comprensión y

el desarrollo de percibir más allá de las fronteras de la lógica.

Así, agradezcamos nuestros temblores y llantos,

nuestra impotencia y confusión,
nuestra fragilidad,

que nos recuerdan que son y somos parte de la vida,
y también, con todo ello, y gracias a todo ello, maternamos.

...y paternamos."

Mon Gómez


A todas las madres raíz que van pasando por mi vida. 

A todas las madres raíz que van tomando conciencia del poder de su tierra en el proceso de acompañar a sus hijos desde el respeto y la aceptación.

Y a Ana, que ayer despertó en mí la necesidad de escribir este texto. Gracias.


Mon Gómez 
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martes, 4 de septiembre de 2018

"Los hijos no esperan" por Hellen M. Young -- Mon Gómez

Este texto es una adaptación del original de Hellen M. Young

PORQUE LOS HIJOS NO ESPERAN..

Hay un tiempo para anticipar la llegada del bebé, un tiempo para consultar al médico.
Un tiempo para hacer dieta y ejercicios, un tiempo para preparar lo que el bebé necesitará.
Hay un tiempo de maravillarse en los caminos de la vida, sabiendo que este es parte del destino para el cual fui creada.
Un tiempo para soñar lo que este hijo será cuando crezca.
Un tiempo de preparar mi alma para alimentar la suya. Pues muy pronto llega el día en que nacerá.

PORQUE LOS HIJOS NO ESPERAN...

Hay un tiempo para alimentarlos en la noche,
Hay un tiempo para mecerlo y pasearlo por la habitación.
Un tiempo para ejercer la paciencia 
Un tiempo para mostrarle que su nuevo mundo es un mundo lleno de amor, de bondad y dependencia.
Hay un tiempo para maravillarme de lo que es él, ni mascota ni juguete, sino una persona, un individuo, un ser humano.
Hay un tiempo para reflexionar acerca de mi mayordomía.
Para saber que no puedo poseerlo, que no es mío, que he sido elegida para cuidar de él, para amarlo, para disfrutar de él, edificarlo y resolver hacer lo máximo a mi alcance.

PORQUE LOS HIJOS NO ESPERAN...

Hay un tiempo para tenerlo en mis brazos y contarle la historia más hermosa que jamás haya oído.
Un tiempo para mostrarle la belleza y la vida en la tierra, en el cielo, en la flor, enseñándole a maravillarse y sentir asombro.
Hay un tiempo para dejar a un lado los platos sucios y llevarlo al parque a columpiarse.
De correr con él una carrera, acompañarle a hacer un dibujo, atrapar una mariposa y darle compañerismo lleno de alegría.
Hay un tiempo de guiarle en su camino y enseñarle a agradecer con sus labios de niño.

PORQUE LOS HIJOS NO ESPERAN...

Hay un tiempo de cantar en vez de renegar, sonreír en vez de fruncir el ceño.
De secar lágrimas y reírse de los platos rotos.
Un tiempo para compartir con él mis mejores actitudes, mi amor por la vida, mi amor por los míos.
Hay un tiempo para contestar a sus preguntas, a todas sus preguntas, porque quizá vendrá el momento en que no querrá escuchar mis respuestas.
Hay un tiempo para enseñarle muy pacientemente a respetar, a poner en su lugar los juguetes.


PORQUE LOS HIJOS NO ESPERAN...

Hay un tiempo para verlo partir valientemente a descubrir sin mí, y extrañar su manera de estar siempre alrededor mío.
De saber que otros atraen su interés, pero de saber que estaré allí para responder a su llamada cuando me necesite.
De escuchar con interés sus descripciones de lo acontecido ese día.
Hay un tiempo para acompañarle a ser independiente, a tener responsabilidad y confiar en su sentir e interés interno,
De ser firme pero afectuoso, de saber respetar con amor.
Porque pronto llegará el día de dejarlo partir y de soltar los lazos que lo sujetan a mi falda.





PORQUE LOS HIJOS NO ESPERAN...

Hay un tiempo para atesorar cada instante fugaz de su niñez,
Solo dieciocho preciosos años para inspirarlo y acompañarlo .
No voy a cambiar ese derecho natural por ese “plato de lentejas” llamado posición social, o reputación profesional, o por un cheque de sueldo.
Una hora de dedicación hoy podrá salvar años de dolor mañana.
La casa puede esperar, los platos pueden esperar, la habitación nueva puede esperar,
PERO LOS HIJOS NO ESPERAN...

Llegará el momento en que no habrá más puertas que golpean, ni juguetes en la escalera, ni peleas entre ellos, ni marcas en las paredes.
Entonces podré mirar hacia atrás con gozo y no con pesar.
Será el tiempo de volcarme con mayor ímpetu en el servicio fuera del hogar.
De visitar a los enfermos, a los que han perdido a sus seres queridos, a los desanimados, a los que no tienen instrucción.
Para entonces dar mis servicios a los más pequeñitos.
Habrá un tiempo para mirar hacia atrás y saber que estos años de ser madre no se desperdiciaron.
Dame la sabiduría de saber que hoy es el día de mis hijos.
No existen los momentos de poca importancia en sus vidas.
Que sepa comprender que no hay carrera mejor, ni trabajo más remunerador, ni tarea más urgente hoy.
Que no postergue ni descuide esta labor, que pueda aceptarla con gozo.
Que el tiempo es breve, y que mi tiempo es HOY...
PORQUE LOS HIJOS NO ESPERAN.




  • ¿Quieres maternar con conciencia a tus hijos?
  • ¿Quieres un acompañamiento experimentado, honesto y libre para ir caminando hacia esa mamá o papá o acompañante que deseas ser, en plenitud?
  • ¿Necesitas un grupo de apoyo de iguales para compartir y crecer en comunidad?
  • ¿Deseas descubrir a tus hijos de nuevo, desde el amor y el respeto profundo a su infancia, desde la alegría de poder compartir con ellos y respetar sus procesos de vida?
Y... PUES TUS HIJOS NO ESPERAN, NO ESPERES MÁS Y SÚMATE A ESTE VIAJE CON NOSOTROS EN QUE CRECERÁS COMO PERSONA, COMO MADRE/ PADRE Y COMO ACOMPAÑANTE.


EMPEZAMOS CON NUEVOS GRUPOS EN OCTUBRE EN SEVILLA.-
LLAMA PARA COMPLETAR LA INFORMACIÓN Y COMPARTE CON QUIEN CREAS QUE PUEDA ESTAR NECESITANDO ESTE ESPACIO EN SU VIDA.

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lunes, 3 de septiembre de 2018

La creatividad hace felices a los niñ@s, fragmentos de Nora Rodríguez, seleccionados por Mon Gómez


Hoy he elegido unos fragmentos de un capítulo del libro "Neuroeducación para padres" de Nora Rodríguez que ilustran el proceso de aprendizaje y creatividad del niño de manera soberbia.

Comienza el capítulo con una cita de Roger Von Oech: "No es posible resolver problemas de hoy con las soluciones de ayer"



<< Todos sabemos que los niños disfrutan siendo imaginativos y creativos, solo con ello logran ser absolutamente originales. La mayoría de los padres también disfrutan viéndolos pasar rápidamente de un silencio concentrado a la acción y viceversa, y más aún cuando se empeñan en realizar aquello que imaginan. (...)
Nora Rodriguez
Los niños menores de 6 años, en general, se caracterizan por tener un tipo de creatividad natural, " en estado puro" , porque aún no han entrado en el sistema de escolarización, lo que equivale a decir que aún no han aprendido a guardar en su cerebro la información por compartimentos, así que logran asociaciones fascinantes mezclando lo que intuyen con lo que oyen, lo que ven y lo que piensan según su lógica. (...)
Alrededor de los 6 años , el cerebro empieza a guardar lo que aprendemos por bloques de información. No negaremos que esto puede ser ideal para los aprendizajes cognitivos, pero es debido a esto, y al proceso de escolarización actual, que parece priorizar la manera en que el cerebro lógico opera, que la creatividad se reduce notablemente.

A diferencia de lo que ocurre cuando los niños son más pequeños, cuando la información en el cerebro se organiza por grupos de información, a los adultos de hecho nos sucede, les cuesta asociar aquello que no tiene aparentemente un sentido. Si pensamos por un momento en Einstein, el cerebro nos proporcionará una " respuesta rápida": "científico", y lo hará a una velocidad increíble, filtrando la información que no parece importante, como el hecho de que fuera vegetariano. Este acceso rápido y fácil de la información es necesario para que lleguemos a ser altamente eficaces, pero no muy efectivo a la hora de buscar un poco más de creatividad.
Si pedimos a un niño escolarizado que imagine una reina, enseguida obtendrá una rápida información , por ejemplo, "corona", "castillo", "rey". Los datos relacionados con Einstein y reina pertenecen a grupos de información diferentes, pero ambos están compuestos por redes sinápticas, que proporcionan una respuesta veloz. En ambos casos se activará toda una red de información , se activará también si el niño oye una voz que sale de una tienda de televisores que dice " soy una reina", de paseo cuando va de camino a la playa un día de verano con su s padres, ¿y qué pasa si además la conoce? Imaginemos que esto le ocurre a un preadolescente de Inglaterra, que tal vez tenga interiorizada la voz de la reina Isabel". Se activará la misma red que si le pedimos que imagine a una reina, porque lo cierto es que es como si se moviera un interruptor de la función on a la función off en una red de información para que se activen todas las sinapsis que componen la red. 
Ahora bien, imaginemos que el mismo preadolescente que ha escuchado la voz de la reina de inglaterra, fue premiado por esta cuando tenía 10 años, junto con otros niños. Ahora al estímulo auditivo se le ha agregado una emoción intensa, producto del recuerdo, así que del sentido del oído el estímulo hace ahora un recorrido diferente por el sistema nervioso. Antes de llegar al área donde se analiza la información , pasará por la amígdala, donde se definirá de qué tipo de emoción se trata: ¿Es un estímulo placentero o es un estímulo doloroso? Tanto una respuesta como otra sin duda generará una o varias emociones, acorde al registro de peligro o de placer, produciendo procesos bioquímicos en el cerebro, que conectara, con diferentes redes neuronales: alegría, admiración... activando millones de conexiones sinápticas. Y al momento se escucha decir al niño :"¡Crearé un castillo con materiales que recogeré en la playa, solo caracoles!". De un modo muy sintético, es de esta manera como se comporta un proceso creativo intenso: cuando aparece la emoción. Hay primero una asociación y luego una integración que se realiza entre el mundo interno y el mundo externo, y se toma conciencia de ello para luego decidir un proceso de elaboración; se decide realizar una obra, para finalmente, transmitirla. Algunos investigadores aseguran que la creatividad es solo un proceso de decisión, pero los educadores no estamos tan seguros. (...)
En los niños, igual que ocurre con los adultos, la creatividad empieza en la imaginación, y acaba en la experiencia, pero nada de ello ocurre sin el contexto en el cual se les permita arriesgar y sentirse plenamente libres. Sin un contexto que valore ( y respete) el esfuerzo y la dedicación. La verdadera creatividad es en sí misma un proceso de construcción que nace de la percepción de una nueva posibilidad y de la libertad, y los  niños ven posibilidades en todas partes, así que cuando llegan a la experiencia, la mente y el cuerpo se expresan al unísono, y suelen aprovecharlo.(...)
En los niños las experiencias creativas parten de un aquí y ahora, en el que implican un gran trabajo mental y emocional, que es a la vez físico y emocional, y es esto lo que promueve en los niños un verdadero placer, más que el resultado en sí mismo. A medida que crecen, cuando llega la escolarización y les importa más el grupo, la creatividad es probable que se les resista (...). 
Ahora parece que adquieren mayor sentido las palabras del genial Pablo Picasso: "Todos los niños nacen artistas: el problema es seguir siendo un artista cuando crecemos".>>

Un abrazo a todos y espero que os deje reflexionando. 

Desde nuestro enfoque de seguir al niño, la motivación intrínseca que es la interna, de la que proviene el entusiasmo genuino, es la guía que transforma, mediante actos creativos, lo del mundo en materia propia, es la guía que transforma, a través de la emoción y lo cognitivo unidos, en un proceso de libre decisión y movimiento, el mundo en conocimientos que cambian a los niños a cada instante. 
Porque si aprendemos, somos sucesivas personas diferentes, a cada instante.
Eso es aprender, prender lo de fuera en mí y en ese proceso, transformarme a mí.

Si deseas iniciar un proceso de transformación personal que apoye el acompañamiento a tus hijos, desde el respeto y el amor, puedes iniciarlo en octubre con nosotros.

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domingo, 17 de junio de 2018

VALORACIONES DE PERSONAS QUE HAN PASADO POR MIS TRABAJOS


Durante estos más de 13 años de formación han viajado juntas y conmigo cientos de personas participando en los talleres de Acompañamiento respetuoso y para la libertad, en el trabajo de Ser Pareja, consultas o supervisiones a espacios educativos. Ha sido todo un privilegio.

Me encantaría poder compartir con palabras el ambiente de confianza, entrega y respeto, de darse cuenta, de apoyo y acompañamiento que ha habido, y no es posible más que viviéndolo. 

Así que comparto con vosotros las valoraciones de algunas personas que han estado en este viaje conmigo y han querido poner palabras a su proceso:


"En estos primeros meses de formación he descubierto aspectos de mí y de mi niña interior que desconocía por completo. 
Me atrevo a reconocer humildemente, primero hacia mí, todas las sombras que descubro, acompañándome y aceptando que viven en mí, y que se pueden cambiar también. 
Son menos las veces en las que me escondo tras el velo de 'yo soy así', y puedo llorar, limpiar mi alma con las lágrimas que florecen de este camino difícil y maravilloso que decidí coger, llorar al fin, tras tantos años de lluvia en la garganta. 
Acompañar a mi hijo desde este lugar me ayuda a estar más presente, a ser más amable y amorosa, y acercarme un poco más a esa madre que siempre he querido ser, con mis luces y mis sombras. 
Gracias Mon." 

Verónica Gálvez,  mamá de León

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"Para mi el curso de acompañamiento respetuoso ha sido un antes y un después en mi vida.

Me ha permitido hacer un viaje a lo más profundo de mi misma y experimentar una gran transformación.

Ahora vivo con más calma y más consciente y esto, me ha permitido, de alguna manera, " separarme" de mi hija  pudiéndola ver tal y como es, una niña aprendiendo y viviendo sus propios procesos.

Gracias Mon por tu acompañamiento y tu amistad."

Marta Romero, madre de una niña de 6 años y terapeuta corporal

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"La maternidad me puso por delante la necesidad de encontrarme con mi niña interior...tenía dudas y certezas que en la formación he podido comprender e integrar acompañada desde el respeto y de una manera muy amorosa.

Consciente de que es un proceso que puede durar toda la vida si quiero, este año estoy muy agradecida por cada toma de conciencia y cada puerta abierta en mi ser madre. Es todo un lujo con Mon y con un grupo de compañeros y compañeras humanas como yo y en camino.
Cuánto se aprende también de que en la diversidad nos une el mismo interés.

Estoy convencida de que nuestra sociedad, nuestro entorno, nuestras familias, nuestros hijos e hijas y nosotras mismas necesitamos más espacios de crecimiento como este, en el que aprender, llorar, celebrar y disfrutar plenamente de nuestra maternidad/ paternidad acompañados y acompañadas de nuestros maestros...los hijos e hijas"

Marián, mamá de Lucas y Zoe

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"Abrir y cruzar esta puerta supuso tocar con mis profundidades, mi verdadero comienzo del cambio
No inicié un proceso de formación, sino que ahondé en mi proceso de vida, de desarrollo, de crecimiento...
como hija, como mujer, como madre...
Y es al abrigo de la puerta azul que el camino no lo hago sola... camino al calor del grupo, de mis compañer@s... 
Acogida generosa y amorosamente por la maravillosa familia que abre cada día esa puerta, que nos recibe para  seguir aprendiendo, para seguir creciendo, para seguir viviendo...
Familia a la que mi hija y yo nos sentimos especialmente vinculadas,
cerca aún en la distancia
Enormemente agradecida..."


Yaisa, mamá
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"Para mí esta formación ha sido un auténtico descubrimiento de mí misma. Me ha ayudado a ser consciente de todo lo que interviene en el acompañamiento de mi hijo y, gracias a esto, he podido empezar un nuevo camino, como madre, pero sobre todo como persona."

V.S., mamá

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"Mi marido y yo lo empezamos en Abril y continuaremos en Septiembre 100x100. Es un curso donde sacas lo mejor y lo peor de ti mismo para avanzar hacia un acercamiento personal más acertado con los niños y adolescentes que trates. Agradecidos de poderlo sumar a nuestro comenzar y recomenzar diario...los frutos se notan. Nos resta por vivir todo lo que nos queda por conocer."

Teresa de la Campa, 28 años, casada, Graduada en Derecho y madre de dos hijos de 30 y 10 meses.

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"A lo largo de esta formación he ido experimentando muchos cambios que  han transformado mi manera de relacionarme con mis hijos, con mi pareja, con mi madre y con mi padre y con el resto de personas con las que me relaciono en el día a día, consigo relaciones más auténticas y satisfactorias. Me siento más segura a la hora de tomar decisiones y siento que mi vida es más coherente. ¡¡Gracias de corazón Mon por acompañarme en este tramo del camino y ayudarme en este cambio de mirada!! y ¡¡gracias a mis compañerxs de grupo por estar ahí siempre que lo he necesitado!!"

E.G.E.

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"A mí personalmente esta formación me ha ayudado a ver a mis hijos e incluso a mi marido con otros ojos. Algo que era para mí muy necesario y que me está ayudando en la convivencia.
Me he sentido comprendida y he visto que no " estoy sola", que hay otras personas a las que les pasa lo mismo  que a mí. Y eso es muy reconfortante."

Adelaida Méndez, mamá y profesora.

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"Lo que hemos compartido durante estos años juntas, para mí ha supuesto una gran toma de realidad. Debido al estrés y las circunstancias a veces me he sentido perdida como "volando sin sentido" y después de cada taller mis pies volvían a pisar la tierra. Llegaste a mi vida en el mejor momento posible pues más que nunca necesitaba tocar tierra firme y mirar dentro de mi, conectar con mis necesidades auténticas y darle nombre a mis heridas para cerrar capítulos sin poner tiritas, alcanzar mi libertad para poder acompañar desde ahí. Me queda mucho por hacer, creo que este trabajo dura toda la vida pero al menos se en qué dirección quiero ir.
Te estaré agradecida siempre y me encantaría que me siguieras acompañando en mi camino, me encantaría que estuvieras más cerca pues creo que me ayudas a ser mejor persona y por consecuencia, mejor madre y acompañante en mi trabajo."

Olivia Galán, acompañante en espacio respetuoso y mamá.
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"Al principio no sabía muy bien q me iba a encontrar,  pero debo decirles q que superó mis expectativas, en estos encuentro he aprendido mucho,  en un clima agradable y positivo.
He aplicado con mis peques todo lo aprendido y la más grande de las satisfacciones es ver a mis hijos como agentes multiplicadores de lo aprendido.
Me ha dado la oportunidad de adquirir varios aprendizajes pero también las herramientas y consejos para crear relaciones saludables entorno a mi.😘"

Macarena Capote, madre de día


 Como acompañante vuestra durante estos años para algunos, meses para otras, os estoy profundamente agradecida por todo lo que me habéis enseñado. Por  la honestidad, confianza y cariño que depositáis en nuestros encuentros. Y por el cuidado al grupo al que pertenecéis.

INFORMACIÓN PARA INSCRIBIRTE EN LOS NUEVOS GRUPOS DE LA FORMACIÓN EN EDUCACIÓN RESPETUOSA Y PARA LA LIBERTAD EN ESTE ENLACE: 

FORMACIÓN EN ACOMPAÑAMIENTO RESPETUOSO Y PARA LA LIBERTAD: secuencia de temas y talleres
 
INFORMACIÓN PARA INSCRIBIRTE EN LA NUEVA EDICIÓN DE SER PAREJA EN ESTE ENLACE: 

 


ALGUNOS MOMENTOS DE LAS FORMACIONES DE ESTE CURSO:



















INFORMACIÓN COMPLETA PARA INSCRIBIRTE EN LOS NUEVOS GRUPOS
 CON INICIO EN OCTUBRE EN LOS SIGUIENTES ENLACES

¡¡ABIERTO PRIMER PLAZO DE MATRÍCULA desde el 17 de diciembre hasta el 8 de enero !!
15 primeras plazas con descuento en los talleres de 2025



Formación en Acompañamiento Respetuoso y para la Libertad. Crianza Consciente. 2025- 2027

SER PAREJA: Abrirse al amor y a la intimidad ( 12 talleres y cuatro residenciales ). Crecimiento en tus relaciones con los iguales: amor admirativo, erótico y coapoyo






lunes, 8 de enero de 2018

CUANDO LOS PADRES TOPAMOS CON NUESTROS LÍMITES ( I parte) por Mon Gómez

Cuando los padres topamos con nuestros límites

Hablamos a menudo de limites hacia los hijos y a mí me parece más interesante hablar de los límites de los padres para que reviertan en la relación con los hijos que suelen ser espejo nuestro.

Dependiendo de nuestro grado de libertad y nuestra confianza en nuestra propia autoridad variarán estos límites y lo harán también en claridad y amplitud.

¿Qué dificultades tenemos con ello los adultos acompañantes?

Cuando nuestros límites son poco amplios o amplios en exceso:

1.       Confusión de informar de límites con diferentes modos de violencia: gritos, amenazas, tirones del cuerpo, desprecio, indiferencia, manipulaciones, mentiras y engaños… no nos atrevemos a contactar con lo que sí o con lo que no.
En los momentos en que necesitamos informar de un límite o recordar una elección familiar  a la hora de relacionarnos con las personas o los materiales, se nos activa el automatismo de cómo lo hacían con nosotros en la escuela, nuestros padres o cuidadores: lo primero suele ser la aparición de un juicio y una decepción por no ver cumplidas ciertas expectativas sobre cómo debería ser nuestro hijo (ordenado, tranquilo, conciliador, agresivo… o lo que sea que cada uno tenemos en nuestra cabeza) o sobre cómo debería ser la vida (más fácil, sin conflictos, siempre una alegría..) o cómo nosotros debemos ser como padres o madres (perfectos, impasibles, siempre adecuados, ecuánimes, sin mancha...)
En esos momentos los niños necesitan más que nunca nuestra solidez y amor.
Informar de un límite desde la bondad y la fuerza de tenerlo presente para que la vida se dé más relajada.

2.       Dificultad de proporcionar solidez y amor porque duele
Este sería un segundo paso. Si me observo voy a ver qué me está doliendo. Que hay algo que se me remueve cuando mi hijo no quiere recoger (es desobediente o desordenado o cualquier otra etiqueta que le ponga) o le pega a su hermana (es violento, no asertivo.. o como yo lo juzgue) y ese es el tema. Cuando yo era niño y me comporté así y mi padre o madre me juzgaban y me manipulaban para que no lo hiciera más, entonces yo sentía dolor y es ese dolor el que en segunda instancia siento
Como me cuesta mucho ponerme en contacto con él y en muchos casos no sé ni que existe, automáticamente, salto a la irritación o me desconecto directamente, desapareciendo de la situación o paralizándome. Tanto miedo hay al dolor y desconfianza de no saber acompañarme.
Normalmente tras observar mi acompañamiento y mis violencias empieza a dolerme (es mi niña herida que está panza arriba temiendo “morirse” o  “no sobrevivir” ) y de hecho hay una parte que no sobrevivió en aquel momento, así que en estos momentos borro, me olvido, de que  hoy soy la adulta de que hoy tengo cuarenta años, y vuelvo a ser esa niña pequeña dolida.  Reconocer mi adultez y acoger a mi niña desde la adulta, confiando en que puedo acompañar nuestro dolor como parte genuina y legítima de la vida (y que no es verdad esa premonición de que no puedo acompañarme en el dolor, de que cuando duele es mejor mirar para otro lado) me llevará a poder complacer y acompañar a mis hijos e informarles de aquello que les puede producir daño a otros y a ellos sin problematizarlo.
Este momento, en ocasiones, viene acompañado por temblores, emociones que se me desbordan, un cuerpo que empieza a tener sensaciones, a recuperar lo que fue, porque ya está preparado para transitarlo. Un cuerpo que empieza a sentir y desde este sentir y su reconocimiento es como puede empezar al mismo tiempo, y entendiendo que somos seres diferentes, a estar en el sentir  propio y a percibir el sentir del hijo/a, que no es más que consentir en muchos casos (curioso como se ha vilipendiado esta palabra con su hermosa etimología) 
Confiemos en nosotras mismas y busquemos los apoyos necesarios también para transitar este proceso de despertar.

3.       El dolor está ahí y ya no se apropia de mi, puedo acompañarlo desde esta otra parte que ama y entonces empiezo a preguntarme: ¿para qué? ¿para qué aparece todo este daño, este dolor?  Mi niña pequeña, la que aún habita en mí, esa que sigo siendo yo, que no sabe cómo hacer, que aún en ciertos momentos no cuenta con esta adulta que también soy, y desaparece en ciertas crisis, teme aún al dolor, a la soledad ante ese dolor, a esa misma soledad que vivió de niña. Así que evita entrar en situaciones que se le parecen a aquellas que conoció (pues el subconsciente no sabe de tiempo, ni de espacio...) y su primer instinto es escapar, huir, mediante la huida real de la situación actual o mediante la ira, deflectando, quitándole importancia a la situación, riéndose, mediante el sarcasmo...cualquier truco que le sirva para evitar el contacto con lo que hay.
 Finalmente cuando empieza a haber adulta acompañante entonces empieza ese permiso para evocar con conciencia ese tiempo y lugar antiguo donde no había recursos reales para afrontar una situación parecida a esta que hoy estás viviendo con tus hijos (solo que entonces tú eras la niña y hoy eres la madre), esa parte niña de mí me lleva allí cuando en el presente se da una situación similar a esa otra vivida, yo me llevo allí y me olvido de estar aquí mientras tanto. Y me llevo allí porque aún hay algo pendiente y para seguir aquí necesito nombrarlo  y poder acompañarlo, aceptarlo amorosamente y respetar su ritmo de sanación. 
Así que para seguir aquí con mis hijos inevitablemente necesito acompañar a esa niña que yo soy y fui, apropiarme de la adulta que soy y poder hablarme desde aquí: “ Estoy aquí con mis hijos, ahora tengo miedo, una parte siente dolor y ese dolor no es el de hoy, ya fue, hoy estoy aquí, acompaño a mis hijos, y  puedo acompañarlos y amarme en esto que siento también, sabiendo que es un fantasma de lo que fue y hoy soy adulta "; así que ...“RESPIRO EN MI LÍMITE” y poquito a poco voy adquiriendo flexibilidad, confianza en mí y acompañando al otro, cerrando temas pasados, que con este mecanismo nos dan una y otra vez la oportunidad de amarnos y amar lo que es y lo que fue, para entrar en la ternura, en la aceptación .
Y buscar los momentos para compartir en grupo de confianza esos episodios aún no cerrados, darles nombre y voz, transitar emocionalmente, acompañándome y siendo acompañada por otros,nombrar y reconocer qué necesidades siguen sin satisfacerse aún hoy y actuar su satisfacción sin reclamo de lo que  no fue. Hoy, yo, adulta, puedo satisfacerme en esto o buscar a algún otro adulto cercano amoroso que en la relación me satisfaga.
4. Y con esa misma ternura y aceptación observar qué sucede en el presente con mi hija o hijo, si requiere de flexibilidad o de autoridad, si es necesario informar de un límite coherente con la vida o respirar y esperar y confiar. La respuesta llega clara...porque hay amor, se puede observar sin problematizar la situación.



Y me voy dando amor que es el antídoto del dolor…y amando a mi hijo/a, aceptando lo que de ellos deviene y de mí.

Me voy fiando de mí misma en lugar de controlar mediante acciones violentas o de reprimir o paralizarme, y poco a poco me fío y al fiarme de mí también puedo fiarme de mis hijos, confiar en que encuentren sus maneras sin intervención, con validación y presencia. Mirarlos y saber que eso que de ellos deviene es su mejor respuesta, la perfecta respuesta emocional o corporal o intelectual para este momento y que si la acompaño, entonces, devendrá su crecimiento.

Claro, el tema es que esto también lo puedo llevar a cabo como “una receta”. Me leo un libro o escucho a alguien que me lo cuenta, y lo copio y parece que estoy validando, en presencia, otorgando el poder al niño para resolver, confiando, y lo que en ocasiones sucede es que solo lo parece pero no lo es y en cuanto “dejo de controlar o manipular” salta una parte de mí absolutamente olvidada, que no estoy atendiendo: mi niñita herida, la que grita de miedo, la que huye o se abruma ante el rechazo, la que se paraliza, la que llora y se deshace en desamparo…. ¿Por qué? Dependerá de la historia de vida de cada padre y madre que esto se irá dando en un caminito en círculos concéntricos de observación personal y movimiento en la relación con ellos. Nadie lo puede caminar por ti y sí a tu lado. 
Más es importante que comprendas que parte de eso que te pasa por lo que te es difícil el acompañamiento respetuoso a tu hijo, ya no es presente, son procesos no cerrados que interrumpen tu  verdadero presente, tu estar aquí con ellos, tu satisfacción y la plenitud de tus relaciones de hoy con tus hijos, tu pareja, tus amigos, tus padres o tu jefa...o contigo misma. Y también que sin ser presente es necesario atenderlo para que el presente se dé como tú te mereces
Esto es un proceso. Acompañar en comunidad y con conciencia nos va llevando pasito a paso a descubrir estos movimientos internos y a conectar con un estar más auténtico y amoroso para nuestros hijos y nosotros.