martes, 4 de septiembre de 2018

"Los hijos no esperan" por Hellen M. Young -- Mon Gómez

Este texto es una adaptación del original de Hellen M. Young

PORQUE LOS HIJOS NO ESPERAN..

Hay un tiempo para anticipar la llegada del bebé, un tiempo para consultar al médico.
Un tiempo para hacer dieta y ejercicios, un tiempo para preparar lo que el bebé necesitará.
Hay un tiempo de maravillarse en los caminos de la vida, sabiendo que este es parte del destino para el cual fui creada.
Un tiempo para soñar lo que este hijo será cuando crezca.
Un tiempo de preparar mi alma para alimentar la suya. Pues muy pronto llega el día en que nacerá.

PORQUE LOS HIJOS NO ESPERAN...

Hay un tiempo para alimentarlos en la noche,
Hay un tiempo para mecerlo y pasearlo por la habitación.
Un tiempo para ejercer la paciencia 
Un tiempo para mostrarle que su nuevo mundo es un mundo lleno de amor, de bondad y dependencia.
Hay un tiempo para maravillarme de lo que es él, ni mascota ni juguete, sino una persona, un individuo, un ser humano.
Hay un tiempo para reflexionar acerca de mi mayordomía.
Para saber que no puedo poseerlo, que no es mío, que he sido elegida para cuidar de él, para amarlo, para disfrutar de él, edificarlo y resolver hacer lo máximo a mi alcance.

PORQUE LOS HIJOS NO ESPERAN...

Hay un tiempo para tenerlo en mis brazos y contarle la historia más hermosa que jamás haya oído.
Un tiempo para mostrarle la belleza y la vida en la tierra, en el cielo, en la flor, enseñándole a maravillarse y sentir asombro.
Hay un tiempo para dejar a un lado los platos sucios y llevarlo al parque a columpiarse.
De correr con él una carrera, acompañarle a hacer un dibujo, atrapar una mariposa y darle compañerismo lleno de alegría.
Hay un tiempo de guiarle en su camino y enseñarle a agradecer con sus labios de niño.

PORQUE LOS HIJOS NO ESPERAN...

Hay un tiempo de cantar en vez de renegar, sonreír en vez de fruncir el ceño.
De secar lágrimas y reírse de los platos rotos.
Un tiempo para compartir con él mis mejores actitudes, mi amor por la vida, mi amor por los míos.
Hay un tiempo para contestar a sus preguntas, a todas sus preguntas, porque quizá vendrá el momento en que no querrá escuchar mis respuestas.
Hay un tiempo para enseñarle muy pacientemente a respetar, a poner en su lugar los juguetes.


PORQUE LOS HIJOS NO ESPERAN...

Hay un tiempo para verlo partir valientemente a descubrir sin mí, y extrañar su manera de estar siempre alrededor mío.
De saber que otros atraen su interés, pero de saber que estaré allí para responder a su llamada cuando me necesite.
De escuchar con interés sus descripciones de lo acontecido ese día.
Hay un tiempo para acompañarle a ser independiente, a tener responsabilidad y confiar en su sentir e interés interno,
De ser firme pero afectuoso, de saber respetar con amor.
Porque pronto llegará el día de dejarlo partir y de soltar los lazos que lo sujetan a mi falda.





PORQUE LOS HIJOS NO ESPERAN...

Hay un tiempo para atesorar cada instante fugaz de su niñez,
Solo dieciocho preciosos años para inspirarlo y acompañarlo .
No voy a cambiar ese derecho natural por ese “plato de lentejas” llamado posición social, o reputación profesional, o por un cheque de sueldo.
Una hora de dedicación hoy podrá salvar años de dolor mañana.
La casa puede esperar, los platos pueden esperar, la habitación nueva puede esperar,
PERO LOS HIJOS NO ESPERAN...

Llegará el momento en que no habrá más puertas que golpean, ni juguetes en la escalera, ni peleas entre ellos, ni marcas en las paredes.
Entonces podré mirar hacia atrás con gozo y no con pesar.
Será el tiempo de volcarme con mayor ímpetu en el servicio fuera del hogar.
De visitar a los enfermos, a los que han perdido a sus seres queridos, a los desanimados, a los que no tienen instrucción.
Para entonces dar mis servicios a los más pequeñitos.
Habrá un tiempo para mirar hacia atrás y saber que estos años de ser madre no se desperdiciaron.
Dame la sabiduría de saber que hoy es el día de mis hijos.
No existen los momentos de poca importancia en sus vidas.
Que sepa comprender que no hay carrera mejor, ni trabajo más remunerador, ni tarea más urgente hoy.
Que no postergue ni descuide esta labor, que pueda aceptarla con gozo.
Que el tiempo es breve, y que mi tiempo es HOY...
PORQUE LOS HIJOS NO ESPERAN.




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1 comentario:

  1. Me gusta mucho, pero Sevilla está un poco retirado. Cuando vengas a Madrid, avisa.

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