domingo, 24 de noviembre de 2024

8 EJEMPLOS DE QUÉ SÍ SON Y QUÉ NO SON NECESIDADES AUTÉNTICAS DE UN NIÑ@ por Mon Gómez

8 ejemplos de qué sí son y qué no son necesidades auténticas de un niñ@

Que acompañemos la satisfacción de las necesidades auténticas de los niños es básico para su desarrollo sano.
En ocasiones, confundimos necesidades básicas del niño o niña con deseos o necesidades sutitutivas. Las necesidades sustitutivas o peticiones desviadas son aquellos reclamos cuya satisfacción no nutre al niño sino que tapan la carencia de otra necesidad sí fundamental que no está siendo satisfecha.
Discernir cuáles son básicas y cuáles superficiales o sustitutivos, es importante.

1. No es una necesidad básica de un niño/a que le compres todo aquello que pida ni que compres con inmediatez lo que desee.
2. lo es que escuches lo que desea y se lo valides entendiendo que esto no implica comprarlo ya. Nosotros, siguiendo a Laura Mascaró, llevamos una “Lista de las cosas para otro día” que llevo en mi cartera siempre y con ella nos paramos en jugueterías, miramos escaparates... Tiene una Ro y otra Carmen. Y allí apuntamos todas las cosas que les van apeteciendo y gustando a lo largo de las semanas. De vez en cuando la sacamos para decidir, de todo aquello, qué es lo que de verdad quieren y, entonces, tras elegir, sí compramos. Validar el deseo tendrá implicaciones relacionales consigo mismo y los demás a lo largo de su vida: poder pedir legítimamente, poder contactar con lo que verdaderamente desea…


Me puede ayudar preguntarme:
·         ¿Qué me pasa cuando me pide algo insistentemente en una tienda mi hijo/a?
·         ¿Qué anticipo que pasará?
·         ¿Cómo me siento?
·         ¿Qué pienso de mí como madre/ padre?
·         ¿Qué creo que otros piensan de mí como madre/padre o de mi hijo?

Tal vez algunas de las respuestas a las preguntas son una muralla para que conectes con las respuestas auténticas en la relación con tu hijo/a.

·         ¿Para qué sigo pensando esas ideas que no me ayudan?
·         ¿Qué beneficio me trae pensarlas?
          
 3. No es una necesidad básica de un niño/a pegar o insultar a otro niño/a, únicamente es una manifestación de su malestar por algo que ha sucedido que no sabe cómo manejar.

      4.   es una necesidad básica que licitemos la expresión de su agresividad y su enfado y que pueda ser sin dañar a otro/a. Que legitimemos que lo que le pasa es real y para él importante y que confiemos en que escuchándolo  y dándole el espacio necesario, otorgándole el poder (sigo a Naomi Aldort) para que pueda optar, encontrará su mejor manera de estar ante ello.

 5.  No es una necesidad básica de un niño consumir audiovisuales a edades tempranas. Bien es cierto que vivimos en una sociedad que activa un mundo irreal tempranamente, antes de que los niños tengan capacidad para discernir entre lo que es posible y lo que no, antes del tiempo de la fantasía que, siguiendo a Montessori, iniciaría a partir de los 6-8 años en la etapa operativa.  Igualmente por las ondas cerebrales que los niños manejan en el tiempo de 0-6 años, están abiertos a ritmos lentos, cadentes, y graban sin discernir las impresiones  que les llegan sin poder digerirlas.

      6.  es una necesidad básica recibir historias para ordenar sus vivencias y tener referentes sociales, emocionales.. uno de los buenos recursos de desarrollo de los niños/as es contar y recibir cuentos o ir a representaciones teatrales, títeres, en directo con un tiempo real . A ser posible, narrados oralmente, para que nuestra atención se centre en los niños y no en el objeto cuento. O cualquier otra alternativa que aúne palabra, cadencia temporal, lo humano y lo natural: una historia paseando por el campo sobre lo que vemos, una historia sobre las estrellas una noche luminosa, una historia sobre nuestros antepasados familiares, o sobre un viaje que hicimos, incluso sobre una película que hayamos visto… es digerible, nutritiva, por la presencia humana que la cuenta, atenta a la emoción del niño, por el ritmo de contar coherente con su ritmo cerebral, por la realidad que trate, que ayuda al niño a situarse en el mundo en el que vive…


Preguntas que me pueden ayudar a enfocar el tema:
  • ·         ¿Para qué empleas los audiovisuales? ¿Cuál es su función en tu hogar? ¿Atienden a no tener que prestar atención a los niños?
  • ·         ¿Cómo resulta vuestra vida familiar: hay tiempo para hacer cosas interesantes juntos, hay quien cuente cuentos, salís a pasear, etc..?
  • ·         ¿Te gusta contar cuentos? ¿Conoces cuentos e historias o sueles contar trocitos de tu vida o de vidas cercanas a tus hijos? ¿Qué no te gusta de contar cuentos? ¿Algo con lo que tengas que contactar y transitar: repetir la misma historia, dificultad de imaginación, pudor…?


         7.    No es una necesidad básica del niño ponerse los zapatos y estar vestido, excepto si él tiene sensación de frío. Es un aprendizaje social y como tal es necesario valorarlo e informar a los niños sobre el mundo en el que viven... mas estando en la naturaleza y en tiempo agradable, los niños no necesitan ponerse los zapatos. Sentirse libres dejando su cuerpo al aire, disfrutando desde lo sensorial y de la libertad que proporciona estar sin ropa y zapatos los pone en contacto directo con lo que les rodea. 

           8.   es una necesidad  auténtica del niño relacionarse con  los otros considerando y siendo considerado, y saber atenerse a los distintos ambientes, estar informado sobre cómo va en cada ambiente. Así en un espacio donde no cabe estar desnudo es importante que el niño lo sepa y pueda entender que en cada casa, ambiente, hay unas maneras de estar que facilitan que nos sintamos cómodos todos. Sobre todo a partir de la etapa operativa (6-12 años) el niño lo entenderá con facilidad pues su necesidad de contacto social aumenta y está preparado para empezar a bregar con los inicios del desarrollo moral a través de su entendimiento de las reglas y normas en los juegos, en el mundo, reglas y normas que él también prueba a poner… Y es también a partir de esta etapa que, orgánicamente, las familias que seguimos ritmos de los niños, ampliamos con ellos nuestros ámbitos de relación y nos empezamos a mover desde la comodidad que también ellos sienten con este nuevo movimiento.

Mon Gómez






Acompañamiento a los hijos en ambiente preparado
Consultas individuales y formación a colectivos
en acompañamiento consciente a los hijos/as y
crianza respetuosa con sus procesos de vida 

Teléfono: 682828378


Pulsando en este icono puedes suscribirte al blog y recibir las entradas directamente por correo electrónico.


CONDICIONAMIENTOS: EXPECTATIVAS, JUICIOS, REFUERZOS (PREMIOS Y CASTIGOS) por Mon Gómez

Condicionamientos: expectativas, juicios, refuerzos (premios y castigos).

“Espero que seas limpio, “educado”, obediente, alegre, asertivo…”
“Ojalá mi hijo llegue a ser un luchador, una mujer comprometida con el mundo, un líder, rebelde, tenaz…”
“Me sentiría tranquila si mi hijo fuera una persona eficaz, resolutiva, competente, adaptada al mundo que le rodea, flexible, serena…”
Esperamos esto de nuestros hijos/as u otros parámetros de cualidades similares y, si desde pequeños los orientamos hacia ellas, les negamos la otra cara de la moneda. No van a poder explorar e integrar lo nutritivo de esas otras partes, en algunos casos las anularán aparentemente  y/o  pelearán con ellas cuando las encuentren fuera de ellos, dificultando sus relaciones interpersonales
Ser sucio, “maleducado”, desobediente, triste, dubitativo… puede ser acompañado con falta de amor, de aceptación, en algunas familias. Es fácil detectar si esto pasó en la tuya:
  •  Si te es difícil acompañar a tu hijo jugando a ensuciarse, lo toleras bien poco tiempo o te saltan todos los resortes… 
  • si tratas de ser un papá respetuoso mas cuando das una instrucción es necesario cumplirla sí o sí y si no es así la ira te aturde, la manifiestes o no, 
  • si valoras la función de la alegría en la vida, pero a la tristeza le das el justo o menos tiempo o todo lo contrario.. 

puedes hacerte una idea de los juicios, valores, expectativas, que había en tu hogar infantil.

Esto lo hacemos a distintos niveles:

Ø  nuestros abuelos a nuestros papás podría ser que incluso les pegasen, les echaran buenas charlas morales o apenas sin dar explicaciones decidían por ellos: “ así era y no había vuelta de hoja”, creían que esta era su tarea como padres,
Ø  por lo que algunos de nuestros padres han hecho un gran esfuerzo por ir dejando atrás ciertas actitudes, movidos por el amor hacia nosotros y pocos de ellos utilizaban el castigo físico,  y normalmente nos reprendían, nos premiaban o castigaban para conducirnos hacia esas expectativas o nos explicaban largamente el porqué de sus decisiones con respecto a nuestra educación,
Ø  y algunos de nosotros siguiendo esta cadena y en un proceso lento, no decimos qué esperamos de ellos porque somos conscientes de que les resta libertad de ser, mas muchos sí lo pensamos y en nuestro cuerpo se refleja esa tensión cuando sucede algo que no corresponde con lo esperado por nosotros o socialmente, familiarmente… de tal manera que el pensamiento que activa ese patrón disfuncional y que no nos permite amar incondicionalmente a nuestro hijo sigue activo.

¿En qué se sustentan las expectativas? Algunas son culturales, sociales y otras familiares o incluso más personales. En cada caso se sustentan por juicios de valor: espero esto porque es mejor que esto, pondero algo sobre lo otro, y esto lo hago porque no confío en el desarrollo natural del ser humano, en la autorregulación, en su bondad, colaboración y socialización intrínseca cuando se dan los apoyos de la seguridad, el amor y la libertad y respeto y se permite ser con lo que devenga de ello.  Y no confío porque para mí es nueva esta posición, voy en terreno inestable, y no vengo nutrida de ello de la infancia.

¿Cuáles son esos juicios? “Es malo desobedecer”, “es peligroso ser rebelde”, “es anormal no saber leer con siete años”,  con la carga emocional que sustentan: miedo, desprecio, etc. y por lo tanto dirijo. Son pensamientos infantiles que en la infancia hemos gestado pero seguimos engordando y engordando cada vez que volvemos a darles validez y activan emociones y respuestas automáticas que nos sorprenden. Es posible irlos deshaciendo, esa es la buena noticia, en un proceso de toma de conciencia, y por supuesto de trabajo emocional y creación de patrones funcionales alternativos.

Retomando los ejemplos, no puedo acompañar la desobediencia o el ritmo de aprendizaje porque lo que no soy capaz de acompañar es el miedo o el desprecio que está asociado a ellos, ¿y ese miedo y desprecio por qué no lo puedo acompañar? Porque mis padres no me lo han acompañado y/o porque es la manera en que han acompañado esas situaciones mis padres cuando yo las transitaba y me produce tanto dolor, que no puedo sostenerlas de nuevo, se activan porque no están cerradas. Sigo siendo un niño con cuerpo de adulto relacionándome desde aquí con otro niño que es mi hijo. Así que es una cadena que pasa de generación en generación.

Es mi decisión cortar con ello y aún con dificultad iniciar el autoacompañamiento y el acompañamiento de mi hijo ampliando mi mirada y permitiendo que esas otras maneras que no tengo integradas se vayan dando como posibilidades naturales: tristeza, desobediencia, lentitud o las que sean que me cuesta acompañar y confiar en que con amor me nutrirán y traerán algo nuevo, otra posibilidad de ser para mis hijos y para mí.

Si lo que sustenta la expectativa es el juicio, lo que empuja a que se mantenga en la siguiente generación son los premios y castigos: premiar, reforzar una conducta que yo valoro como positiva, castigar o segar una conducta que yo valoro como negativa.

Y ese premio o castigo que no es más que una conducta de amor negativo por parte de mis padres, condicionado a ser de una manera determinada, aquella que estaba valorada en mi familia de origen, refuerza y refuerza ese esquema neuronal que sigue activo en mí.

Tal vez se ha ido marcando por negación de placeres (haces eso, pues yo te prohíbo esto otro que te gusta) o por amenazas (Si haces esto, entonces te va a pasar esto otro que no te gusta) o por alabanzas y elogios (muy bien, muy bien, por ahí es por donde debes seguir, haz eso y no cualquier otra opción).

 Esos mis valores que se defienden en mi familia, en la familia de al lado o en la  cultura vecina serán otros, así que es algo absolutamente subjetivo y  no inherente a ser humano o a socializar. Y que, indudablemente, mina la autoestima de cualquier ser humano pues se le niega el derecho a ser y la validez de pensar, sentir y comportarse como percibe suyo, respetando el derecho al otro a también ser él mismo y desde ahí relacionarse.

Y yo puedo elegir reproducirlo o dejarlo a un lado. 
La primera elección implica seguir en automático, como una marioneta a los hilos del pasado no cerrado; la segunda elección implica ampliar mi abanico de sentir y acompañar, con el dolor  y amor que trae consigo y la libertad y satisfacción también y dejar de lado aquello que daña a mis hijos y a mí, acercarme cada día más al amor incondicional y al respeto por los procesos de vida de aquellos que me rodean y el mío propio.


Mon Gómez




Acompañamiento a los hijos en ambiente preparado
Consultas individuales y formación a colectivos
en acompañamiento consciente a los hijos/as y
crianza respetuosa con sus procesos de vida 

WhatsApp: 682828378


Pulsando en este icono puedes suscribirte al blog y recibir las entradas directamente por correo electrónico.